Bien es sabido entre usuarios de Air-e y hace carrera el dicho de que “ellos nunca pierden”, refiriéndose a la empresa de energía.

Tal es el caso de doña Lucelina Rocha, una mujer que reside en una vivienda de dos plantas, estrato 1, del barrio Nueva Colombia, sector subnormal del suroccidente de Barranquilla.

Por redes sociales se hizo pública la denuncia pues la mujer recibió la última factura por un valor de $3.311.700. En efecto, el consumo correspondiente a  julio pasado fue, según el recibo, de 4084 kilovatios.

Lo peor para ella, es que no es sólo este último recibo sino que ya tiene 14 facturas pendientes. Es decir debe por facturas vencidas $59.664.980, más los $3.311.700 de julio, por ende,  el pago “INMEDIATO” (como se escribe en las facturas a morosos) es de  $62.976.680.

Por tratarse de un sector subnormal, no hay medidores individuales para cada inmueble pero si hay totalizadores que miden un sector: se hace un censo en cada casa y se hace un estimado para distribuir el consumo que marca el totalizador. Así funciona la medición.

O sea que los 4084 kilovatios medidos a Lucelina son estimados.

"Que me vengan a solucionar porque esa factura está muy alta. Esto no es pa' pobre. Entonces uno no tiene derecho a rebuscarse con nada porque imagínese con esa factura tan cara y tan elevada. Eso no es pa' pobre. Eso es pa' rico", dice Lucelina Rocha.

Ella reside en una casa de dos plantas en donde en el primer piso hay una pequeña tienda con dos neveras y un refrigerador. El local tiene algo más de dos metros de fondo. No hay habitaciones. “Es un ventorrillo” dice indignada. 

Zona Cero consultó al presidente de la Unión de Comerciantes Undeco, Orlando Jiménez, sobre cuánto de energía puede consumir una tienda con dos refrigeradores y respondió que  entre 500 y 700 kilovatios mensuales.

En el segundo piso de la casa de Lucelina hay cuatro cuartos, un aire acondicionado y una lavadora.

La mujer ha reclamado a Air-e, la visitaron “pero no me solucionan”. Incluso, añade, por un aviso en el que promociona su arte de  trenzas y cejas, según el informe de la empresa Air-e, “tengo una peluquería”.

Tras un derecho de petición, la mujer recibió una visita de Air-e pero asegura, “no me solucionan”.